Cuando emprendemos cualquier misión en la vida, el grado de motivación que tengamos será determinante en la conclusión final de la misma. La motivación nos conduce a la consistencia, que es un factor clave cuando hacemos dieta y ejercicios; sirve de motor para movernos en la dirección correcta y levantarnos cada día con objetivos claros, medibles y alcanzables. Recuerdo hace 9 años, cuando nació mi primogénito, me tomaron una foto con el en mis brazos y en lugar de emoción, daba pena; 115 libras mojao' y una apariencia física deprimente. Me trazé la meta de subir de peso y masa muscular hasta llegar al menos a unas 150 libras, y comencé es estudiar páginas de Internet y libros sobre el tema, revisé dietas y rutinas de ejercicios. Comecé levantado 2 galones de agua, luego 2 "dumbells" de 10 libras y finalmente compré un juego de pesas. Empecé una dieta alta en calorías y proteínas (2200 calorías diarias y 1.5 gramos de proteínas por cada libra de peso) e ingresé a un gimnasio. Resultados: Primer mes, 130 lbs, segundo mes 140 lbs y tres meses después 155 lbs. Debido a mi horario de trabajo continué mis rutinas de ejercicio en mi casa, habilitando un "home gym" en la marquesina y 9 años después mantengo mi peso de 155 lbs, me ejercito 4 días a la semana, alternando ejercicios pesados con livianos y tomando una o dos semanas de descanso cada 2 meses. Me siento y me veo mejor que cuando tenía 25 años y desarrollé la disciplina para alimentarme correctamente y no cejar en mis rutinas de ejercicio. Mi próxima meta es certificarme como "Personal Trainer" para poder seguir ayudando a otros y motivarlos como me motivé yo después de aquella foto. Motivación y consistencia son la clave, éxito en tu dieta.